girl walking¿Alguna vez les ha pasado que andan caminando por la calle y descubren un par de cuadras más adelante a una jevita imposible? ¿Y que, aunque la distancia no les permite asegurar nada, les parece, así, a lo lejos, como la cosa más hermosa del mundo? ¿Y que todos los hombres se voltean a verla; los casados, los solteros, los jubilados, los adolescentes, los políticos, los barrenderos, todos todos se le quedan mirando porque saben que nunca tendrán algo así en su cama? ¿Y que camina divinamente, como si no fuera consciente de su belleza, o como si fuera demasiado consciente de ella?

¿Y nos les ha pasado que apuran el paso para no perderla de vista, para comprobar los detalles de ese animal que se esconde casi siempre en una saya o en un vestido que nos dispara la imaginación? ¿Y que mientras más se aproximan más sospechan que no están equivocados, que esa mujer bien vale un divorcio o el destierro o el desprecio de los tuyos? ¿Y que no importa lo que hagan siempre está un tramo inalcanzablemente delante de ustedes? ¿Y que, desbocados, sabiendo que es su oportunidad de ganar un poco de paz para aguantar el resto del día, caminan más y más rápido, se vuelan las esquinas sin mirar a los lados, rogando que se detenga a arreglarse un zapato? ¿Y que de tanto correr ya tienen la camisa sudada, pero no les importa un carajo, porque están disfrutando de los mejores 10 minutos de su existencia?

¿Y no les ha pasado que cuando están a escasos metros se acobardan –la verdad es que nunca pensaron darle alcance-, aminoran, temerosos de quemarse, de descubrir al darle la vuelta que no era lo que buscaban; que está linda, sí, pero que la hacían más flaca, o con más tetas? ¿Y que en esas cavilaciones estúpidas, entre si se lanzan o se quedan con la imagen posible, viene ella y dobla en cualquier esquina, o entra por una puerta, o desaparece ante su vista, y ahí se quedan ustedes, idiotas, sudados, en el medio de la calle, preguntándote si la jevita era real, si alguna vez tendrán el chance de acercarse otra vez a semejante espejismo? ¿Alguna vez les ha pasado? Pues así es la poesía.

13 comentarios en “Taller literario

    1. a mí me asusta, en ciertos sentidos, y no, nunca te quedas parado, pero si titubeas -repito, mi caso- y yo creo que es un afán constante, si no, si le coges el truco eres un obrero y ya no tiene gracia, incluso aunque pueda estar muy bien escrito. Beso,
      R

      1. Desde el punto de vista de la jebita…esos son los tipos de hombres que no valen la pena, por temoresos, por cobardes, porque no luchan por alcanzar lo que quieren…porque no son lo suficientemente tímidos para dejarla pasar y junto con la ultima pisada en frente suyo pasar tambien la página…ni lo demasiado arriesgado como para perseguirla…pero, no obstante, buen trabajo.

      2. ¿Será Diana, será? Yo hablaba de la poesía pero bueno, hablemos de jevitas. Yo creo que soy bastante cobarde, pero no me atrevería a endilgarle el calificativo a otros solo por eso. ¿Será que habré caído en la trampa del admirador del cisne salvaje, yo que critico tanto eso? No sé, pero al parecer tú sospechas que sí. Saludos desde La Habana, R

  1. ¡Disfruté mucho su apreciación de la poesía, señor! Para los que disienten, creo que cada uno la siente y la vive a su manera, y ninguna es mejor ni peor que las demás. Hay muchas cosas en esta vida con las que uno sueña pero que no hace nada por alcanzar. A mí me gustan las «idealizaciones», me parecen lindas y necesarias de vez en cuando. ¡Saludos desde Argentina!

  2. Me encantó tu definición…y desde el punto de vista de la jevita, que alguna vez se ha dado cuenta de cierto muchacho desbocado y tímido siguiéndole los pasos (no me creo el tipo de mujer que describes pero tengo material para sustentar mi comentario), es lindo verlo titubear y con tanto revuelo ocurriéndole por dentro y terminar con su indecisión dejándole caer una palabra enigma que le llevará unos segundos o un minuto descifrar en lo que desapareces y saber, que su poesía será recordar una y otra vez que aquella jevita se volvió y le habló.

  3. Asere está bueno este post, a mi no se me da mucho la poesía pero la jevita que camina, a esa, si la conozco, o las conozco, las he visto, o ya no están, o me despisté y se fueron con el vecino, o la vecina…

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